Desde la salida de Luis Díaz el Liverpool comenzó una temporada de resultados negativos.
La tensión en Liverpool llegó a su punto más alto luego de que Mohamed Salah, una de las máximas figuras del club en la última década, rompiera el silencio y lanzara duras declaraciones sobre su actual situación deportiva. El egipcio, sorpresivamente suplente en los últimos tres partidos, afirmó sentirse traicionado y sin explicación alguna por parte de su entrenador.
Salah, habitualmente prudente y reservado, esta vez no se guardó nada. “Tenía una buena relación con el entrenador. De repente ya no tenemos ninguna relación. No sé por qué”, expresó con evidente molestia. Sus palabras dejaron ver una fractura total entre jugador y cuerpo técnico, algo inusual en un club que históricamente ha mantenido estabilidad interna.
El delantero fue aún más lejos, asegurando que percibe una intención clara de desplazarlo del club pese a todo lo que ha aportado a la institución. “Me parece que alguien no me quiere en el club. He hecho tanto por este club, todo el mundo lo ha visto, especialmente la temporada pasada”, apuntó Salah, quien fue clave en las últimas campañas y continúa siendo uno de los referentes ofensivos.
El jugador también manifestó sentirse humillado por su reciente suplencia. “Estar en el banquillo, no sé por qué. Siento que el club me está dejando en ridículo. Así me siento”, concluyó.
Estas declaraciones abren un panorama incierto en Anfield. Mientras los aficionados se debaten entre el desconcierto y la preocupación, el futuro de Salah parece más incierto que nunca. Todo apunta a que la relación entre el crack egipcio y el entrenador está rota, y el desenlace podría llegar más pronto de lo esperado.
