Con 28 unidades, Junior se mantiene firme en la cima de la Liga, a la espera de lo que haga Bucaramanga.
Por la fecha 15 del Torneo Finalización, Junior de Barranquilla venció 0-1 a Alianza FC en el estadio Armando Maestre Pavajeau. El triunfo, trabajado y con tintes de sufrimiento, le permitió al cuadro barranquillero alcanzar los 28 puntos y compartir el liderato con Atlético Bucaramanga, que jugará este domingo ante Unión Magdalena.
Un primer tiempo de cálculo y precaución
El partido comenzó con un ritmo pausado, propio del calor y de un césped que castigaba las piernas. Junior intentó adueñarse del balón, pero su dominio fue más posicional que profundo. Alianza, con líneas compactas, le cerró los espacios y lo obligó a apostar por balones largos que rara vez encontraron destino.
Las ocasiones de gol escasearon y el juego se diluyó entre faltas tácticas y transiciones cortas. Apenas un par de remates aislados inquietaron a los porteros, en un primer tiempo más luchado que jugado.
El VAR, protagonista incómodo
La tensión se apoderó del estadio en varios pasajes del encuentro por las constantes intervenciones del VAR. Cada revisión generó pausas largas y aumentó la incertidumbre tanto en la tribuna como en el campo. Esa irregularidad en el ritmo afectó a ambos equipos, que terminaron la primera mitad sin claridad y con evidente frustración.
Gol y madurez táctica
El quiebre llegó apenas iniciado el segundo tiempo. Una falta dentro del área, revisada nuevamente por el VAR, derivó en penalti a favor de Junior. Edwin Herrera, con serenidad y precisión, cambió la sanción por gol y silenció a Valledupar.
Con el 0-1, el equipo de Alfredo Arias dio un paso atrás, reorganizó su estructura y apostó a la administración del resultado. Cerró los pasillos interiores, fortaleció su mediocampo y apostó por la presión en bloque medio para impedir que Alianza tomara vuelo ofensivo.
El planteamiento dio resultado: Junior controló el trámite, resistió los intentos locales y mostró oficio para defender la ventaja hasta el pitazo final.
El sello de Arias y la figura de Herrera
La victoria reflejó la evolución táctica del conjunto barranquillero. Arias entendió cuándo bajar el ritmo, cómo proteger el resultado y en qué momentos presionar. Herrera, autor del único tanto, fue el jugador más influyente del encuentro: seguro en defensa, contundente en la ejecución del penal y con carácter para sostener el liderazgo dentro del campo.
Junior, firme en la pelea
El 0-1 en Valledupar no solo vale tres puntos, sino que devuelve confianza a un equipo que venía alternando buenas y malas presentaciones fuera de casa. Con 28 unidades, Junior se mantiene firme en la cima de la Liga, a la espera de lo que haga Bucaramanga, y da un paso importante rumbo a la clasificación a los cuadrangulares.
La misión ahora será sostener este rendimiento en los próximos compromisos, donde cada punto contará para mantenerse entre los grandes protagonistas del torneo.
