Everton Ribeiro y José Cavadía, expulsados sobre el final.
América de Cali consiguió un 0-0 trabajado en la ida de los playoffs de la Copa Sudamericana contra Bahía en Salvador. Aunque el local llevó el peso del partido, especialmente en la segunda mitad, el Rojo mostró temple y se marchó con la igualdad que le permite definir su pase en condición de local.
Primer tiempo inteligente
América salió sin complejos a manejar la pelota y repartió bien los esfuerzos defensivos. Con un dibujo más conservador, el equipo vallecaucano dejó que Bahía asumiera la iniciativa y, lejos de caer en el vértigo, bajó el ritmo del juego con transiciones pausadas.
- En varios pasajes, los volantes cortaron circuitos ofensivos rivales antes de que el balón llegara al último tercio.
- El único sobresalto llegó al minuto 28: un centro al área impactó en la mano de Mateo Castillo, y el VAR entró en escena. Tras varios segundos de suspensión, el árbitro decidió que la acción no ameritaba penal.
Este planteamiento inteligente otorgó a América la confianza necesaria para regresar a los vestuarios sin sobresaltos.
Segundo tiempo de dominio brasileño
Con el calor en aumento, Bahía adelantó sus líneas y metió a América en su propia cancha. El Rojo resistió con orden, pero sufrió más en la presión alta y las carreras de sus laterales.
- Al inicio del complemento, un par de disparos desde fuera del área pusieron a prueba los reflejos del arquero.
- Cuando Bahía conectó su línea de tres volantes con los extremos, América tuvo que replegarse, sufrir faltas y parar contragolpes.
Sin embargo, la zaga roja —liderada por sus centrales— desactivó cada intento de peligro y cerró los espacios en los últimos minutos para evitar sorpresas.
Claves del empate
- La contención desde el mediocampo, que evitó que Bahía jugara cómodo.
- La solidez defensiva en bloque bajo, con Fernando Tobio y Deinner Quiñones ordenando el eje.
- La serenidad tras la revisión del VAR, que alivió cualquier desconcentración tras la supuesta mano.
Próxima parada: el Pascual Guerrero
Ahora América definirá su clasificación con su gente de testigo. El duelo de vuelta en Cali exigirá al Rojo buscar el gol sin descuidar el equilibrio defensivo. El 0-0 obliga a un resultado claro: un triunfo o un empate con goles. El Pascual Guerrero vivirá otra noche de tensión continental.
¿Conseguirá América romper el cerrojo brasileño y dar un paso más en la Copa Sudamericana? El ambiente y la historia ponen al Rojo con ventaja anímica; ahora falta librar la batalla definitiva en casa.