Foto: Vanessa Romero/ Acord Atlántico
Junior se ilusiona con alcanzar de nuevo la gloria en el fútbol colombiano.
Barranquilla vivió una noche inolvidable. El estadio Metropolitano fue un hervidero de emociones, una auténtica fiesta caribeña que tuvo como protagonista a un Junior contundente, inspirado y voraz, que goleó 3-0 a Deportes Tolima en la ida de la final de la Liga BetPlay II-2025 y quedó muy cerca de alcanzar una nueva estrella.
Desde el arranque, el equipo de Alfredo Arias impuso condiciones con un primer tiempo perfecto. Presión alta, circulación rápida y una eficacia que rozó la perfección le permitieron al Tiburón pasar por encima de un Tolima sorprendido, que nunca logró acomodarse en el campo.
El golpe inicial llegó casi de inmediato. A los cinco minutos, José Enamorado encendió la fiesta con una acción individual brillante y una definición exquisita que hizo explotar las tribunas, colmadas desde tempranas horas. El ‘Metro’ empujó, cantó y se convirtió en el impulso definitivo para un Junior que no bajó la intensidad.
Con el marcador a favor, los rojiblancos ganaron en confianza y siguieron atacando. Tolima intentó reaccionar desde el banco, pero el dominio local fue total. Antes del descanso, Enamorado volvió a aparecer para firmar su doblete y confirmar que la noche estaba hecha a su medida.
Y aún faltaba más. Cuando parecía que el primer tiempo se cerraba con el 2-0, Brayan Castrillón apareció para marcar el tercero y dejar prácticamente resuelta la historia en apenas 45 minutos, con Guillermo Paiva como pieza clave en el trabajo silencioso que terminó de desgastar a la defensa visitante.
En la segunda parte, Junior administró la ventaja con inteligencia. Se replegó con orden, cerró espacios y dejó la iniciativa a un Tolima que tuvo la pelota, pero jamás encontró profundidad ni claridad para inquietar el arco rojiblanco.
El panorama se oscureció aún más para el conjunto pijao tras la expulsión de Sebastián Guzmán, quien cayó en una provocación de Teófilo Gutiérrez y vio la tarjeta roja. Con diez hombres, las opciones de reacción se esfumaron por completo.
Fue una noche redonda en el Metropolitano. Junior goleó, convenció y dio un golpe de autoridad en la final. La ilusión está intacta y la ventaja es amplia, pero el desenlace se escribirá el martes en Ibagué, donde el Tiburón buscará sellar la estrella once y coronar una campaña para la historia.
