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Crónica: Once Caldas 1–0 Huracán en los octavos de final de la Copa Sudamericana

by Ray Ayala del valle

El ‘blanco blanco’ pegó primero en la serie y viajará a Buenos Aires con ventaja mínima.

El Estadio Palogrande vivió una tarde cargada de ilusión en la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Con cerca de 15 000 aficionados en las tribunas, Once Caldas venció 1–0 a Huracán gracias a un gol de Dayro Moreno, figura y referente del cuadro manizaleño.

El ambiente de Palogrande

La llegada del autobús argentino generó expectación: banderas celestes y blancas, decibeles que intentaron ahogar los cantos locales, pero el estruendo de la parcial caldense fue superior. La rivalidad continental estaba servida.

Primer tiempo: Tensión y síntesis tácticas

Once Caldas salió con un 4-3-3 compacto. La primera línea de cuatro resistía los intentos de ataque de Huracán, que apostó por un mediocampo poblado para frenarlo. El pulso entre Kenji Cabrera y Juan Rodríguez, los volantes centrales, resultó clave; ambos midieron hasta el último pase.

Huracán apostó a transiciones rápidas por las bandas. A los 22 minutos, un centro raso de Federico Godoy fue atajado con los pies por Andrés Mosquera, cuando todos esperaban el grito visitante. El arquero blanco se convirtió en pieza fundamental para mantener el cero.

Segundo tiempo: Día de Dayro

El partido se reanudó con vértigo. Renato Ramos irrumpió por la derecha y dibujó centros que exigieron a la defensa de Huracán. Fue precisamente un saque de esquina al minuto 58 el que generó el momento más esperado.


El gol decisivo

Dayro Moreno, posicionado entre los centrales, recibió un balón rechazado en el área chica. Con un control sublime y un remate colocado al palo izquierdo, el ‘Toro’ venció a Marcos Díaz. El estadio explotó en un solo grito: 1–0 y la ventaja para los locales.


El protagonista: Dayro Moreno

Más allá del gol, Dayro se movió en todas las zonas de ataque: cayó a banda, combinó paredes con los extremos y supo proteger el balón cuando pudo. Su olfato goleador, forjado en mil batallas continentales, marcó la diferencia.

Mirada hacia la revancha

Con la mínima ventaja, Once Caldas viajará a Buenos Aires con confianza pero consciente de la amenaza visitante. La solidez defensiva, junto al poder ofensivo de Moreno y compañía, será la clave para soñar con los cuartos de final.


Más allá de la crónica, vale mirar estos puntos antes de la vuelta:

  • La necesidad de mejorar la transición defensa-ataque para no depender únicamente de los centros.
  • La importancia de contener a Morales y Godoy, los creativos de Huracán.
  • La posible inclusión de un quinto hombre en el medio para cerrar espacios en La Quemita.

El 1–0 no cierra la serie, pero obliga a Huracán a buscar dos goles en casa, un desafío que Once Caldas se ha abonado a controlar con oficio y pasión.

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