El equipo bogotano rompió el invicto de 7 fechas del equipo tiburón.
Millonarios se sacó la mala racha de encima y devolvió la alegría a su gente: con un triunfo frente a un Junior de Barranquilla que nunca pareció un verdadero peligro, el equipo bogotano cortó una racha negativa de siete partidos consecutivos sin ganar por Liga y recuperó oxígeno en la tabla.
El partido, jugado ante una afición entregada, tuvo al conjunto local como claro dominador en los tramos decisivos. Millonarios mostró una versión más compacta y vertical: ganó duelos en el mediocampo, generó las ocasiones más claras y supo aprovechar los espacios que le cedió su rival. Junior, por su parte, se mostró impreciso y desdibujado, sin encontrar la dinámica que lo hiciera inquietar de manera sostenida.
La victoria no solo tiene valor deportivo inmediato terminar con la mala racha sino también psicológico: el equipo recuperó confianza, la defensa ofreció mayor solidez y las variantes desde el banco dieron respuesta cuando el partido lo exigió. Para la hinchada fue la tarde de la calma después de semanas de tensión; para el cuerpo técnico, una señal para sostener un camino con más garantías hacia adelante.
Millonarios respiró y lo hizo en El Campín, frente a su gente. Ahora toca darle continuidad a lo bueno mostrado hoy: mantener la intensidad, afinar la creación y transformar este triunfo en una base para escalar en la clasificación.